lunes, 22 de diciembre de 2008

Las Mil Torres (2005)


PRÓLOGO


En Lutheah, corazón del Imperio Illion, reinaron durante mil cuatrocientas dinastías los reyes de un basto imperio que cubrió con su influencia muchos cientos de miles de millas a su alrededor.

La capital creció hasta convertirse en un monstruo de cientos de leguas donde convivían más de cuarenta millones de almas, decenas y decenas de seres diferentes especies, que profesaron cientos de lenguas y dialectos. Lutheah creció y creció sin límites, mientras las dinastías se sucedían, sus gobernantes construyeron cientos de palacios, de templos, arcos, acueductos, termas, pirámides, obeliscos, inmensas plazas, … y sobre todo Torres.

Esa gran urbe repleta de seres anhelantes de un estatus superior al que les había visto nacer compitieron primero por la vida y después por el poder para conseguir gobernar los destinos de ese inmenso gigante.

Una maldición persiguió a la inmensa urbe desde casi su fundación, jamás vería las mil Torres. Esta profecía vagó por sus calles, por sus mercados, por sus barrios, y tambien por sus subterráneos.

Esta es la epopeya de la mayor historia jamás imaginada y vertida en estas paginas tal y como la vivieron muchos seres que poblaron, convivieron, pelearon y murieron en Lutheah a lo largo de la su historia.

Una historia que como todas empieza humildemente a la orilla de un lago, el lago Nablim, un pequeño lago de apenas unas millas de diámetro que cobijo en su orilla naciente la aldea de los Lacinos y en su orilla opuesta la espectacular Ónedam, la ciudad de los sacerdotes negros de Ónedam.


CAPITULO UNO

Ayer encontré en un estante una imagen en la que se veía a mi abuela y la madre de mi abuelo, “la mañe Pepa”. A la que apenas recuerdo de mí infancia, Pensé.
¿Quien se acordara de mi abuelo cuando yo muera?,
¿Quién se acordara de mi abuela?,
¿Quién lo hará de mi padre que también murió hace ya tanto tiempo?

El mundo recuerda a los hombres ilustres por la causa que sea, pero sobre todo por que su nombre esta escrjto en las epicas y en las columnas.
¿Pero quien se acuerda de las mujeres y de los hombres que
desde siempre han pasado por este mundo?.
¿Que será de la memoria de mi abuelo, que desapareció
en el momento en que su corazón dejo de latir?,
¿Dónde van los recuerdos de esa vida que se extinguió?

¿Donde van los recuerdos de toda una vida de todas las vidas que
han existido en este mundo?.
¿Donde esta el amor cuando la persona que ama desaparece para siempre, para no volver jamás?

Ya no se darán más besos, ni más caricias, ni más “té quieros”,
ni “hasta luego esposo mío”. Ni tampoco “te querré siempre”.

Por que la vida tan hermosa a veces y tan terrible otras se encarga
de hacer que esas palabras se pierdan para siempre, perdiéndose
en la eternidad del tiempo y aunque algunos se afanen en escribir
biografías estas, tambiénse pierden en meros esperpentos de la realidad.

Que inútil me siento.

Con esta idea inicio un relato de un mundo olvidado hace tantísimos años, un mundo ajeno al nuestro, mucho mayor, nuestra tierra cabría varias veces, y sobre todo mas allá de Orión, al otro lado, casi nuestro mundo seria un espejo simétrico, aunque menor, pero también azul, muy azul y muy basto, yo soy descendiente de ese mundo llamado por nosotros Lahoria, el sexto planeta del sistema doble Zahrín, una estrella grande y amarilla como vuestro sol y otra rojiza y pequeña Reulus, y una treintena de planetas de muy diversa índole cuatro de ellos habitables y muy viejos en historia.

La historia empieza cuando La Gran Madre, (La civilización Primaria o Kasnamar de la que hablan las leyendas) abandonó en una colonia a los primeros humanos en el planeta Crídences tras una colonización de mas de un siglo.

La colonia abandonada migró durante lustros de un lugar a otro, pasando por inmensos territorio y asentándose por fin en el año cero de nuestra era, tras según ellos muchas generaciones, quizás unos doscientos años, junto a la orilla de un pequeño lago de pocas millas de longitud, el lago Nablim, y fundando la pequeña aldea de Lacinos, Nuestro primer gobernante se autonombró a si mismo como el Rey Baikon jefe de la antigua casta dirigente de los Baikonitas o Baokinides procedente de La Gran Madre y venida a menos tras perder derechos de poder en una disputa regia.

Abandonados en un mundo gigante, hostil y aislado de todo contacto con el espacio exterior tras mil años de descendientes los humanos mezclaron su existencia con los aborígenes del planeta Crídences. Años mas tarde la clase sacerdotal funda la ciudad de Ónedam al otro lago del lago Nablim, y en las colinas cercanas comienza a excavar creando con los siglos una inmensa ciudad de túneles y palacios subterráneos Los Oscuros de Karalt, allí encontraron a los Cárizt y a los Husmeadores Kronm procedentes del subsuelo, de las Grutas Negras y los Bosques Hundidos de Tclan. Localizados a mas de treinta millas de profundidad.



CAPITULO DOS

¿Porque negarse a las religiones sabiendo que los besos nunca volverán?.

Si algo queda de mi abuelo, son sus genes “viviendo” en mi, pero y su memoria, sus vivencias, sus lloros, sus risas, su sabiduría, sus ganas de vivir,...

Ahora solo el lento olvido de sus amigos, de sus familiares,
hasta que un día nadie se acuerde, porque nadie lo halla sentido,
nadie halla convivido y por que ese nadie tampoco exista ya.

Solo la lenta absorción de la naturaleza, a la que por inútil costumbre, nos empeñamos en ponerle barreras, evitando así
que cumpla su ciclo de vida y de muerte.

Por mucho que nos empeñemos, somos como la hierva, que se seca en verano, o como el ratoncillo que generación tras generación convive con nosotros a nuestro, lado sin que sepamos nada de el
algunas veces y otras nos empeñemos en eliminarlo. Al final nos podrimos de la misma manera, y acabamos nuestra existencia
convertidos en el sustrato del cual salimos al nacer.


En Lutheah, corazón del Imperio Illion, miles de seres nacieron, vivieron y murieron millones y millones de seres, tuvieron vida, amaron, pelearon, odiaron …
Fue el odio y no el amor el que hizo que este mundo pereciera, que se desintegrara en le polvo de los siglos


Elton Kaidos nació en la aldea de Ghanún durante el reinado de Kaidos Holín, su padre, el famoso pirata Eltidor, siempre estaba en colixión con los intreses de Lutheah y luchaba en pos de su estirpe Ledinia. Siempre hullendo y siempre volviendo a robar y saquear la frontera este del imperio, numerosas fueron las veces que Eltidor planto cara y luchó, muchas veces hullo a las montañas Ozhiras, las grandes montañas del este, pero el dia de las calendras del quinto mes, perecio en una lucha contra la tribu de lod holas.

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